El secarral

Autoracing árido, irreverente, políticamente incorrecto, espinoso... y sincero

jueves, 19 de agosto de 2010

Lo que cuesta desarrollar un F1

Cuando decidimos meternos en cualquier berenjenal, ya sea un proyecto profesional, lúdico, o como quieran llamarlo, sabemos que va a suponer mucho esfuerzo para llevarlo adelante con solvencia y, si somos gente metódica, querremos que nuestra criatura sea algo nuevo, novedoso, puntero. Después de todo ese tiempo que le dedicaremos a nuestro invento, cuando ya esté caminando por sí solo, vendrá la puñetera competencia para ponernos los pies en el suelo, haciéndonos asumir que nuestro proyecto ilusionante es imperfecto. Y ahí es donde tenemos uno de los más duros escalones que afrontar, pues deberemos plantearnos si dejar la criatura a un lado, mantenernos con ella a trancas y barrancas o, por el contrario, tratar de mejorarla a base de invertir tiempo y conocimientos.


En el momento en que representantes de la escudería Honda dijeron que se iban de la F1, a principios de diciembre de 2008, dieron carpetazo a muchos años de trabajo e ilusiones de mucha gente, pero el portazo que todavía resuena en la cabeza hueca de algún japonés es el abandono del principal proyecto que había tenido la escudería nipona en sus últimos años, que les llevó incluso a congelar todo el desarrollo técnico del monoplaza de Honda en la temporada 2008. Era el coche más caro del mundo y era una verdadera delicia, un bólido que soportó (al igual que el HRT de 2010, salvando las distancias) no ser apenas probado en pretemporada: era una máquina perfecta, que había tenido toda una montaña de trabajo y de dinero tras de sí. Regalar Honda a Ross Brawn fue una de las decisiones más estúpidas que he visto en la F1, solo comparable al empeño que el abuelo usurero tiene en quedarse mandando en la F1.

El bólido se paseó ufano por las pistas en 2009, pero en la segunda mitad de la temporada se evidenció que no presentaba mejoras y que el terreno de ventaja que tenía, sobre todo con McLaren, se esfumaba a marchas forzadas. No lo desarrollaban debido a una gran carencia presupuestaria, pero incluso con esta tara, el coche de Brawn GP se mantuvo como puntero todo el año. Por supuesto, del monoplaza del año 2010 ni se hablaba entonces.

Y llegó el alemán, el salvador, que iba a resucitar a las añejas flechas de plata para regocijo de todo amante añoso de la F1. Han pasado las carreras y el desempeño de los coches de Mercedes GP es cada vez peor. Brawn heredó el personal técnico de Honda y, los alemanes lo han sustentado, mejorado y refinado, además de volver a poner encima de la mesa muchos millones de euros ¿Por qué no hemos visto a la escudería alemana en lo más alto del podio y luchando a brazo partido con los competidores directos por el título? Desarrollo.

Y es que muchos piensan que asegurar a los mejores ingenieros el mejor aporte económico es suficiente para que se dé el éxito, y puede ser cierto, pero lo que no es menos cierto es que estos ingenieros y desarrolladores necesitan tiempo, y no pueden llegar a arreglar los problemas estructurales de los equipos de un plumazo. Ejemplo de ello lo hemos visto esta misma temporada con la incorporación de James Key a Sauber, que apenas empieza a dar algún fruto, y con la contratación de Pat Fry por parte de Ferrari, que todavía no ha calentado su asiento y ya le piden el milagro.

El personal técnico de la extinta Honda tuvo todo el año 2008 para estudiar y desarrollar la nueva y revolucionaria normativa técnica que se aplicaría en 2009. Lo hicieron, y de la mejor forma posible, creando una obra de arte. Pero el equipo de trabajo no pudo desarrollar absolutamente nada para 2010 y, ya con el nombre de Mercedes GP, se encontraron con un coche muy bonito a principios de año, un coche del año pasado y sin evoluciones. ¡A trabajar!

Lo primero que le hicieron fue darle una mano de pintura, y en la presentación de Mercedes GP pudimos comprobar que el coche era prácticamente el mismo que el del año 2009. El trabajo comenzó y el desarrollo del coche se afrontó con ganas y una ilusión contagiada por el prometedor Nico Rosberg y por el prometido Michael Schumacher. Aun así, el coche que presentaron en las primeras carreras era una evolución no demasiado desarrollada del bólido de 2009. Necesitaban más, y comenzaron a llegar las prisas, a pesar de que Nico Rosberg no lo estaba haciendo nada mal. Llegó una evolución para Barcelona que alargaba la longitud del coche y que prometía acercar las flechas de plata a Red Bull, McLaren y Ferrari; pero no surtió el efecto deseado. Siguieron trabajando como chinos, instalando el F-Duct, y más tarde, en Valencia, los “difusores sopladores” de Red Bull. Nada resultó para acercarse a los mejores, y lo que es más triste, cada vez luchaban con coches de un teórico más bajo nivel.

El bueno de Nico Rosberg, que dejó en 2009 Williams para afrontar la lucha por el título con un equipo grande, se vió peleando con su ex-equipo en la carrera de Valencia, y se mostraba muy pesimista cuando terminó el bodrio llamado GP de Europa. Sonaban las alarmas y todo el mundo miraba alrededor, necesitaban saber qué falla y el por qué de tanto esfuerzo sin recompensa. Han hecho oídos sordos a las voces que pedían abandonar el desarrollo del coche de este año y centrarse en hacer un coche ganador para 2011, cuestión que me parece buen indicio y que nos hace ver a todos que Mercedes GP no está aquí para pasearse o mal competir, debiendo ofrecer o creyéndose en la obligación de hacerlo, un coche competitivo día tras día.

Claro nos queda entonces que desarrollar un coche ganador no es cuestión de un par de meses colocando parches aquí y allá, sino una tarea concienzuda y perfeccionista que debe enfocarse en hacer un engendro único y con personalidad propia, no sirviendo demasiado la recolecta de retales e ideas de personal ajeno al proyecto. Y según nos enseña la propia F1 en su historia reciente, hacer ese coche ganador no se puede hacer en menos de seis u ocho meses.

Si el año que viene no funciona Mercedes GP, entonces sí que tendrán que preocuparse y comenzarán a recordar las palabras que el jefe de Daimler, Dieter Zetsche, pronunció al principio de la temporada 2010 "Si hay claras señales de que podemos invertir nuestro dinero de forma más rentable que en la F1, entonces tendremos que tomar una nueva decisión".


“El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba”
Petrus Jacobus

3 comentarios:

  1. Estimado Sr. Herzog,
    Que paz que tenemos por el blog, ni mis familiares se han acercado para comentar algo.
    Yo he echado de menos que le metiese un poquito más de caña al Sr. Schumacher que no lo está haciendo nada bien, y con toda su ironía esperaba algo satírico. Pero bueno otra vez será. Y si no ya le pediremos a nuestro colega Sergio que nos dé una visión totalmente imparcial sobre el piloto.
    “the best or nothing” que nothing de na’ .

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  2. Es cierto Primo, todo el mundo de acaciones, y no hay ni tiempo para poner a parir a Martín...

    Un saludo desde Niza, así rapidito!

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  3. Primo y Mikel: ¿Y por qué me tienen que poner a parir por lo dicho en esta entrada? Primo, noto un toque de ironía en tus letras ;)

    Las vacaciones ¡ay las vacaciones, que ya se acabaron... afortunadamente!

    saludos

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