El secarral

Autoracing árido, irreverente, políticamente incorrecto, espinoso... y sincero

miércoles, 13 de abril de 2011

Kobayashi, la aparición

Desconcierta este hombre. Aunque los comentaristas españoles le llamen kamikaze, nada más lejos de la realidad, pues el piloto japonés es dulce conduciendo su coche, cuidándolo, mimándolo, siendo agresivo cuando lo necesita, pero conociendo en todo momento los tres límites: el del circuito, el del coche y el suyo personal. Una vez asumidos dichos límites como propios, la base del conocimiento quedará definitivamente asentada, y solo falta explotar las virtudes, que son muchas… pero ¿de dónde ha llegado? ¿cómo ha pasado desapercibido hasta llegar a la F1?

Llamar kamikaze a Kobayashi es lamentable ejercicio de frivolidad, pero ya se sabe que los españoles somos muy dados a ponerle motes a todo lo que se mueva, sobre todo, atendiendo a estereotipos; sería como llamar “Matador” a Gustavo Adolfo Bécquer, algo evidentemente fuera de lugar. Recuerdo a aquellos pilotos de motos japoneses, de finales de los ochenta, que eran intrápidos misiles, rápidos y explosivos; el bueno de Ángel Nieto comenzó a llamarles kamikazes, y resulta que ahora se llama así a todo lo que salga del país del sol naciente.

Kamui Kobayashi apareció como un grandísimo piloto de karts, donde lo ganaba casi todo, pero cuando
salió de ese mundo, buscando categorías puente para llegar a la F1, se ensombreció, siendo su agarre con el mundo “real” de la competición su pertenencia al programa “Toyota Young Drivers”, lo que le valió ser probador y tercer piloto de Toyota F1. Si Kamui no hubiese sido japonés, probablemente ahora sería un empleado de cualquier empresa en cualquier lugar del mundo.

Kobayashi es de esos pilotos que me han devuelto la ilusión de ver la F1, independientemente de las chapuzas y cacicadas de Bernie Ecclestone y Jean Todt. El piloto japonés ha llegado a la F1 de la nada, y como buen nipón, inteligente, ha sabido aprovechar la oportunidad que tuvo en 2009, tras las lesiones de Timo Glock en Japón. Ya desde sus primeras vueltas en Brasil, se le veían maneras al nipón, y también la única maniobra peligrosa que le he visto desde entonces, donde coincidieron dos japoneses, Nakajima (que salía de boxes) y Kamui. Desde entonces, todo ha sido seriedad en este piloto, rápido como pocos y cabal como ninguno. La última carrera de Toyota en la F1 atestigua lo dicho, ya que Kobayashí no puso jamás en peligro a Button, contendiente por el título. También ha demostrado que no se empequeñece, por muy grande que sea la figura que va en paralelo, demostrándolo en diversas ocasiones, siendo quizá uno de los mayores exponentes el adelantamiento a Fernando Alonso en el GP de Valencia de 2010.

De este año 2011 no hay todavía mucho que decir, pero Kobayashi ha demostrado que es un piloto igual de rápido que antes e igual de maduro que siempre, que cuida como nadie los neumáticos y que destila efectividad en sus hechos. En Australia terminó en octava posición (después fueron descalificados los dos Sauber por el famoso defecto de fabricación del ala trasera ¡aquellos tres puñeteros milímetros!), justo detrás de su compañero Checo Pérez, que hizo la carrera de su vida. Y en Malasia, peleó y venció a Michael Schumacher de forma increíble, brillante, sin complejos, cuidó sus ruedas y terminó en la misma octava posición de Australia.

Kobayashi aporta a la parrilla el aire fresco de una sonrisa, que falta a la mayoría de los grandes pilotos de la actualidad, encumbrados, retraídos, inmersos en su repelente egolatría. El japonés nos regala sencillez y profesionalidad cada semana, y lleva dos días en la F1, pero uno contempla el proceder de Kobayashi y se da perfecta cuenta de que está ante un grandísimo piloto, de los que ya pocos quedan, que se forjó un presente a pesar de tener un pasado esquivo, este atípico japonés que no es peligroso en la pista, este tipo que lleva muchos años fuera de su tierra, que se formó a medias y que un día decidió demostrar al mundo que para ser un gran piloto, es indispensable que la alegría y la inalterable esperanza no se pierdan en el objetivo de más altas miras.

¡Bravo, Kamui! ¡Gracias Kamui!

10 comentarios:

  1. Océanos de Fuego... Ésta sí la he visto... jeje...

    Koba es un terremoto, atrevido y osado, pero eso de que cuida los neumáticos como nadie... ¿qué me dices de Button?...

    De no estar en la F1, seguramente estaría currando en el restaurante de su padre, cocinando el pollo al teriyaki o "al kobayashi"...

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  2. Buenos días, Cavallino. ¿Button cuida mejor lo neumáticos que Koba? Puede ser, pero creo que el que ha hecho una demostración espectacular de lo que es cuidar las ruedas es Sergio Pérez ¿Kobayashi? Creo que se acerca a ambos. Es bastande dulce con las gomas, más que la mayoría.
    Gracias por comentar.
    saludos

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  3. Button no cuida peor los neumáticos que Koba. Creo que no estoy diciendo ninguna barbaridad, pero si es así, corrígeme por favor.

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  4. Dios me libre de andar corrigiendo, como si fuese yo el Papa. Yo creo que en el trato a la rueda son bastante parecidos ¿no crees? Quizá Button sí que sea un poco de "mejor tratador", pero sí es cierto que el inglés da bastante menos juego en la pista que el aguerrido Kobayashi, por eso creo que tiene más mérito el trato del japonés que el de Jenson ;)

    saludos

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  5. de hecho, me ganaste el tema del día. de aqui a poco estoy terminando un cuento...

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  6. también ando ligado a ese japuco, parece bueno. Y lo más sorprendente es sin duda el bajo perfil que lleva, con esa sonrisa boba escondiendo la tormenta de mar que lleva dentro.

    océanos de fuego, no podía ser más adequado para esta maravilla de personaje

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  7. Y algunos ya querían enterrarlo después de la primera carrera. Viva Méjico, cabrones. A Pérez le queda mucho para demostrar que es mejor que Koba.

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  8. Buenas tardes Martín.

    Por lo visto hasta ahora ha tenido una buena trayectoria, si sigue evolucionando y no se estanca, puede que algún dia llegue a una escuderia puntera que tome el riesgo de contratar a un piloto no mediatico y sín padrino; la verdad es que ha sido un soplo de aire fresco para la Formula 1.

    Un saludo.

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  9. Su leyenda quizás se deba a quello que dijo de él Button después del GP de Brasil en que debutó, llamándole "loco" o algo así, pero la verdad es que en general nos encantó a los aficionados, dando espectáculo donde otros no lo hacían, además de parecer un tipo próximo y entrañable.
    Los 32 puntos del año pasado muestran que sabe llevar su coche hasta el final, sin rehuir de la batalla.

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  10. Buenos días a todos:

    -Luis: Cierto, tiene aspecto de inocentón el hombre, pero de inofensivo no tiene nada, sale con el cuchillo en la boca en cada sesión. Al ratito leo tu cuento, que ando liado en el "laburo".

    -José: Creo que Pérez es un buen fichaje, que además trae muchos dólares al equipo. Son posiblemente una de las mejores parejas de pilotos que hay ahora en la F1, pero claro, eso descontando a Katikeyan.

    -Fourier: Evolucionar yo creo que no se puede hacer demasiado, solo seguir siendo maduro al volante, compaginando el valor y la sensatez, equilibrándolo a la perfección. El problema puede ser que llegue a un gran equipo y traten de empequeñecerle en la sombra de un gran piloto... pero ahí sus manos mostrarán que puede luchar de igual a igual con cualquiera. Estoy seguro que le pondría las cosas más difíciles a gente como Vettel o Alonso de lo que se las ponen Webber y Massa.

    -Valle Iturriaga: Aquello lo dijo Button cuando visionó el accidente de Nakajima. Yo le he vuelto a ver varias veces, y creo que Kamui solo trató de apartarse, porque era él el que salía de boxes. Creo que fue un malentendido peligroso entre ambos pilotos. De todas formas Button comprobó que no es un kamikaze en la siguiente carrera, donde Kobayashi jamás le puso en peligro.

    Gracias por vuestros comentarios
    saludos

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