El secarral

Autoracing árido, irreverente, políticamente incorrecto, espinoso... y sincero

lunes, 19 de marzo de 2012

¡Qué poco hemos cambiado!

Desde que hace unos meses decidí seguir la F1 como deporte, al considerar que todos los aspectos que rodean a la llamada “categoría reina” son una soberana basura que hacen ensombrecer a una categoría deportiva sin igual en el mundo entero, he de decirles que tengo la mirada mucho más limpia, estoy más relajado y, en definitiva, soy más feliz.

Sí, me niego a olisquear en las noticias que diariamente inundan los medios diciendo que Ecclestone dice alguna cosa, que Todt cambia no sé qué normativa, que el circuito de Austin está a medio hacer, que en Bahrein adornan las faroles con tripas, que echan a un piloto y a otro lo fichan porque papá tiene un Rolls de oro aparcado en el garaje… todo este tipo de cosas de las que se nutre día a día la F1 me parecen estupideces que en nada ayudan a que un deporte sea considerado como tal. Hoy sigo la F1, como desde hace más de 30 años, pero lo hago de una forma diferente, sin atender constantemente a ese flujo de noticias, poniendo la televisión y disfrutando del espectáculo… ¿que Trulli ya no está y han puesto a Petrov? ¡pues mejor para él! Yo solo quiero que me entretenga, y si no lo hace, cerraré un momento los ojos y la siguiente imagen que resida en mi pupila será otra.


Y hablando de entretenimiento… siempre esta primera carrera del año nos parece mejor de lo que en realidad fue, y debo decir que lo bueno superó a lo gris. Un montón de pilotejos llenaban la parrilla, otros ponían un tono de calidad y algún piloto de los pata negra me hizo saborear el dulce licor de la satisfacción.

El audio de la televisión se encargó de empañar el bonito espectáculo que se veía del Boeing de la Quantas maniobrando de forma grácil sobre el circuito australiano… ¡esa imagen queda en mi retina! El comentarista y Marc Gené seguían como siempre, vendiendo lo mal que están en Ferrari para curarse en salud en cuanto a fechas venideras, y así poder ensalzar a Fernando Alonso como el bienhechor y la causa única de que en Maranello puedan olerle el aliento a la reina de turno. Y es que cansan, pues de diez palabras que pronunciaban, cuatro eran Alonso; como dijo Arcadi Espada “quedará decimotercero, lo que prueba que sigue siendo el mejor piloto del mundo”. Es intolerable que estos petimetres sigan haciendo tanto daño al deporte, que sigan manipulando a una audiencia cada día más embrutecida, que no sepan transmitir las bondades de un deporte tan maravilloso como lamentables son ellos. La F1 no le interesa como negocio a las televisiones, y en apenas 4 años Telecinco le pasó la pelota a la Sexta, que este año ha abandonado la golosina empachada y con dolor de barriga a Antena 3.

Hastío.

La carrera… Alonso hizo una salida normal y se benefició en la primera curva de que los chingadazos estaban cinco metros a su izquierda, ganó un par de posiciones en pista y se dedicó a rodar y rodar el resto del noventa y cinco por cien de la carrera, haciendo como nadie sabe hacer un arte: tapar los huecos. Massa sigue haciéndose merecedor de un apaleo, Williams volviendo a ilusionar con un Maldonado que si se llamase Raikkonnen otro gallo nos cantaría, un Vettel grandísimo, diciendo a todo el mundo por qué es doble campeón del mundo, Webber a lo suyo (y ya ni en su pueblo), Mercedes tirando de abuelo para resurgir ¡y que todos fuesen abuelos, bravo Michael!, Button y Hamilton viéndose de rivales este año… a ver si no saltan chispas, bien los Sauber, mejorando y, el resto de la parrilla, es decir, la mitad, para tirar a la basura, comenzando por Bruno Senna y terminando por la escudería mal llamada “española” (aunque se quieren reconvertir).

Pero bueno, no me quiero centrar en asuntos que no me interesan, como dije al principio de este post. Quiero deporte, quiero disfrutar, quiero espectáculo, quiero una televisión sin altavoces, o mejor, que pongan el audio en chino para no tener que soportar a Lobato, y peor aún, a Marc Gené, ese piloto de pruebas en un deporte en que están prohibidas (o casi). Yo quiero un trabajo de esos.

¡Te quiero deporte, te quiero F1!

9 comentarios:

  1. Buenas trades Martín.

    Cuanto tiempo sin leerte, espero que hallas tenido un placentero descanso. Respecto a lo que dices haces bien en solo fijarte en el deporte, lo de más son fuegos de artificio.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Estimado Fourier:

    Muy placentero fue, efectivamente, aunque esa comunicación con el público se echó de menos... pero ya sabes, si decido seguir el deporte, los fuegos de artificio serían el vehículo inadecuado para mantener al público, que más bien serían rehenes.

    Seguiremos dando guerra, pero ya sabes, de una forma más relajada y menos política.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Vaya, me alegro de que al menos haya destacado en su artículo la capacidad que tiene Alonso para resistir como un león cuando le están presionando. ¿En su próximo artículo usted será de los que califican la victoria de Alonso como genial, o por el contrario se unirá al minúsculo sector que afirma que todo fue por suerte o chiripa? Ardo en deseos de saberlo. Un saludo de un alonsista Martín! :)

    P.D. Se le echaba de menos

    ResponderEliminar
  4. No seas malo, Amulius, siempre he dicho las cosas malas y las buenas de Alonso, el problema es que no le veo tantas cosas buenas como el resto le ven. Estoy con mi articulillo, espero no decepcionarte... ¿o sí? Gracias por tus palabras.

    saludos

    ResponderEliminar
  5. "El primero que no encaja la derrota es Fernando Alonso, que con su actitud antideportiva y maleducada para con Petrov, alimentó de forma irreflexiva el odio de gran parte de sus seguidores contra el resto de pilotos y escuderías de la F1. Hay que ser más responsable, señor Alonso."

    Éste es un extracto del artículo posterior al GP de Abu Dhabi 2010. Y como usted siempre se ha considerado una persona objetiva Martín, espero que denuncie en su propio artículo el comportamiento ultrajante de Sebastian Vettel en este gran premio. Por muy feo que estuviese el gesto de Alonso hacia Petrov, en ningún momento el asturiano sacó a relucir una peineta ni llamó idiota o pepino al ruso tras la culminación de la carrera (y eso que el asturiano perdió un mundial y Vettel la quinta posición).

    Espero de usted palabras duras hacia al alemán. Si no le salen, quizás sólo le baste con imaginarse esas declaraciones y esas acciones sobre la pista en la figura de Fernando Alonso. Madre mía, usted le pondría a los pies de los caballos sin dudar. Espero un trato igual de objetivo para con el resto de pilotos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Querido Amulius, creo que te confundes de bloguero, pues yo jamás he dicho que se objetivo ni nunca he tratado de serlo, pues siempre me he enorgullecido de ser completamente subjetivo y parcial.

    Sobre tus afirmaciones, creo que hay una gran diferencia entre Vettel y Alonso, y son sus seguidores, muchos menos los de Vettel, y sobre todo, menos apasionados y fanáticos que los españoles que forman la horda alonsista acérrima. Esas declaraciones de Vettel son groseras, reprobables y que dicen muy poco del alemán... pero ahí se quedan. Por el contrario, lo de Alonso llevó a miles de aficionados a insultar y a amenazar (incluso de muerte) al piloto ruso.

    Esa es la diferencia, ambos son unos niños mimados y repelentes, pero lo que uno dice conlleva actitudes peligrosas y lo que dice el otro no.

    saludos

    ResponderEliminar
  7. Toda la razón. De hecho, yo siempre me he considerado alonsista, pero nunca he querido formar parte de ese grupo de personas que desmerecen el buen hacer del resto de pilotos. Durante el año pasado en incontables ocasiones he defendido aquí la calidad del alemán, cuando mucha gente (incluso no alonsistas) mencionaban que todo lo que había conseguido se debía exclusivamente a contar con un pepino supersónico. Lo único que yo buscaba con mi argumento era que usted mostrase su repudio hacia la actitud del jóven bicampeón. Ahora que lo ha hecho me quedo más tranquilo. Aunque me gustaría una mención de éste asunto en su próximo artículo, aparte de tratar seguramente la victoria "por chiripa" de Fernando Alonso... ¿¿estaré equivocado?? Espero leerle pronto. Un saludo Martín.

    ResponderEliminar
  8. Vaya parece que llegamos un poco tarde aunque veo que prisa, lo que se dice prisa mucha no tienes ;)

    Tienes razón Martín a tomar por el culo la política, solo nos trae problemas.

    Saludos!!!

    ResponderEliminar
  9. Yo aprovecharé para decir que de igual manera que me pareció extraordinaria la carrera de Alonso y Ferrari en Sepang, en China ambos fueron tremendamente erráticos. El equipo porque creo de verdad que escogieron una mala estrategia, llamando a Alonso a los boxes cuando sus tiempos en pista con neumáticos usados aún no eran malos. Y mi amigo Alonso, al que defiendo en incontables ocasiones, que ésta vez cometió un error que le hizo perder una cuarta o quinta posición muy valiosa. Sí Alonso, el equipo hizo una mala estrategia, pero tú solito la cagaste y no quisiste pronunciarte sobre tu error. Mal, muy mal los dos. Me huelo que en Bahrein veremos la segunda parte de este "harakiri" que la escudería y el piloto se han hecho a sí mismos.

    ResponderEliminar